A todos nos pasa lo mismo: estamos convencidos de que debemos hacerlo, planeamos hacerlo, incluso sabemos cómo hacerlo, pero... siempre tenemos cosas mejores que hacer que descongelar nuestra nevera. No vamos a darte un sermón, pero debes saber que tu querida nevera necesita mimos de vez en cuando y como no es realmente complicado, no tienes excusa.
¿Un frigorífico que congela apesta o no?
Si la escarcha no es el peor enemigo de tu nevera, tampoco es su mejor amigo. La escarcha llega a su frigorífico cuando el aire cálido y húmedo se agolpa en el interior del aparato. Lo habrás entendido, ¡no es realmente normal! Las heladas suelen significar un problema de hermeticidad: una junta del frigorífico sucia o dañada, una bisagra cansada o estropeada. Pero la invasión de la escarcha también puede deberse a un fallo del termostato: cuando se estropea, el frigorífico se enfría sin parar. Moraleja, cada vez que abres la puerta, el aire caliente entra y se condensa al instante. (Pequeño consejo del día: para identificar este fallo, toca el compresor (la gran caja negra de la parte inferior de la nevera): está hipercaliente...). Entonces es probable que sea porque el termostato está apagado).
La pregunta existencial del día: ¿por qué descongelar la nevera cuando se puede ir a tomar un aperitivo con el vecino?
Lo primero: al descongelar tu nevera, la harás más eficiente. Moralidad, ahorrarás energía. Así que es genial para el planeta y para tu cartera (y por tanto también para las copas con tu vecina, siempre es mejor acudir con una buena botella de Borgoña si quieres impresionarla).
Segundo punto: la descongelación aumentará la vida útil de tu nevera, lo que te permitirá ahorrar una galera más. Por último, al eliminar el hielo que obstruye tu nevera, ahorrarás espacio para almacenar aún más pasta fresca (y cerveza).
Método para descongelar tu nevera de forma correcta.
Apagas o desenchufas tu nevera...
Pones la comida en una nevera (con una bolsa de hielo, si no es inútil) o te lo comes todo.
Nos armamos con una espátula de madera o un rascador de ventanas de coche (nos olvidamos del buen destornillador o del cuchillo de pan).
Quitamos los bloques de hielo para acelerar el proceso...
Estamos orgullosos del trabajo que hemos realizado
Descongelación EXPRESS
¿Tienes una agenda ministerial y esta misión te parece totalmente insuperable? Saca el secador de pelo para derretir el hielo más rápido... Pero ten cuidado, porque como diría Claude François: "Es un trabajo que se hace o se rompe".
Descongelación ESTÁNDAR
La forma más sencilla es poner una olla de agua caliente aún humeante en el fondo de tu nevera: el vapor acelerará el deshielo (en tu aparato, afortunadamente no en la Antártida). Luego, sólo hay que quitar el hielo que se desprende y fregarlo sobre la marcha. Si te apetece, incluso puedes aprovechar para limpiar tu nevera con vinagre blanco (¡evita los olores!).
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